dilluns, 21 de novembre del 2016

Sagraments d'iniciació: Confirmació. I avui en dia?

Amb aquesta Entrada d'avui dono continuïtat a aquelles dedicades als sagraments de l'Església, aquells ritus que pretenen apropar-nos des de la nostra pròpia vida terrena al Misteri de Déu. Pots cercar les altres entrades relacionades sota l'etiqueta Sagraments a la columna de la dreta del Bloc.

L'explicació dels 4 tipus d'Entrades dedicades per a cada sagrament la trobaràs a l'Entrada amb el títol "El sagrament més gran: Jesús de Natzaret" de 15 de setembre de 2016.

Cal dir que alguns d'aquests materials estan en castellà, ja que són fruit de la feina dels estudis de CCRR a la Facultat de Teologia dels Jesuïtes de Granada.


La Confirmación: claves pastorales

¿Qué aspectos crees centrales para proponer el sacramento al creyente de hoy como fuente de salvación? Lo que no se puede olvidar, la clave básica de todo.
El aspecto central del sacramento de la Confirmación es que se trata de un segundo paso del proceso de iniciación cristiana, que confiere crecimiento y profundidad a la gracia recibida en el Bautismo. 

Tal como leemos en el núm.1303 del Catecismo, con la Confirmación se reafirman algunos de los aspectos que ya se proponían como centrales en el Bautismo:
  • nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir, ahora ya como adultos, "Abbá, Padre" (cfr. Rm 8,15).;
  • nos une más firmemente a Cristo;
  • aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo;
  • hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (cfr. LG 11);
  • nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz.

¿Qué dificultades crees que existen en nuestro ambiente para vincularse a él?
Antes de centrarnos en el sacramento concreto, vale la pena recordar aquello ya manifestado en la entrada "El sagrament més gran: Jesús de Natzaret. Î avui en dia" de 20 de septiembre de 2016 sobre las dificultades que advierto en nuestro entorno en cuanto a la vinculación con la Iglesia y la celebración de los sacramentos en general.

Centrándonos ahora en el sacramento de la Confirmación, algunas de las dificultades que advierto en nuestro entorno en cuanto a la celebración y vinculación son:
  • En los últimos tiempos se han experimentado diversidad de maneras de realizar la iniciación cristiana: los actuales “abuelos” aun realizaron esta iniciación antes de los 10 años; la gente de mi generación (cuarentones) a lo largo de los primeros años de vida, con la 1ª comunión como proceso previo a la Confirmación; y hoy en día, se ha ido implementando un nuevo modelo, en el que adolescentes y jóvenes realizan el proceso catecumenal completo, por alguna llamada, de forma conjunta, a lo largo de uno o dos años. Este aspecto organizativo debiera ser revisado, puesto que del modelo utilizado se desprenden acciones concretas de llamada y promoción.
  • Es un grave problema la desconexión existente entre el proceso catequético (llevado fundamentalmente desde el colegio) y el momento sacramental (dirigido desde la parroquia). Han sido diversas las celebraciones en las que los confirmandos y sus familias han quedado decepcionadas de las palabras o los actos del ministro celebrante, respecto a lo propuesto y vivido durante el tiempo de catequesis. Por intentos que haya habido de limar asperezas, la imagen transmitida no es la adecuada. 
  • No existe una conciencia clara de lo que representa el sacramento, se ve más como una meta a conseguir que no como un paso más de un proceso a lo largo de la vida. 
  • También representa un problema las nuevas situaciones familiares que han aparecido en los últimos tiempos. Hay en casos que se siguen sintiendo llamadas, de una manera u otra, por Cristo y el mensaje evangélico, y a las que la Iglesia no sabe cómo acoger. ¿Cómo podemos hacer atractiva la vida cristiana a jóvenes hijos de familias monoparentales o de padres separados, homosexuales u otros, si lo único “que se oye” son críticas a su tipo de familia?
Como ya manifesté en la reflexión de las claves pastorales del Bautismo, con este escenario dado, cobra importancia la necesidad de recuperar el significado de los procesos de iniciación cristiana para las familias, así como evitar la desconexión de la iniciación en la comunidad con la iniciación existencial del individuo.


¿Qué aspectos en nuestro ambiente crees que son una oportunidad para presentarlo? ¿Qué experiencias, que estrategias, qué procesos crees que ayudarían a vincularse a él?
Antes de centrarnos en el sacramento concreto, vale la pena recordar aquello ya manifestado en la entrada "El sagrament més gran: Jesús de Natzaret. I avui en dia?" de 20 de septiembre de 2016 sobre las oportunidades y experiencias que pudieran tenerse en cuenta en nuestra realidad concreta de forma general para presentar la Iglesia y la vida cristiana y que son válidas, también, para el resto de sacramentos.

Centrándonos ahora en el sacramento de la Confirmación:
  • Debiéramos presentar la catequesis de Confirmación como un proceso de iniciación cristiana a largo plazo, no solo como algo puntual para recibir el sacramento. 
  • Los adolescentes y jóvenes son personas en ebullición. Con ganas de descubrir y de probar. Cuando se sienten llamados por algo, y más en grupo, son imparables. Esto debiera hacernos ver la oportunidad que representa la propuesta de la catequesis y el sacramento de la Confirmación en esta edad. 
  • Los diversos ambientes de los que disponemos desde la pastoral marista, colegial y provincial en Catalunya, son una gran oportunidad que ofrecen campos de acción diversos por el otro, por el prójimo. Son opciones las cuales, una u otra, pueden parecer llamativas para los jóvenes. Somos capaces de generar dudas en los jóvenes y ganas de colaborar en cambiar el mundo, en educar lo que me han educado, en hacer algo por los demás.
  • Lo que intuyo que falta es un nexo de unión entre la acción que se propone y la reflexión y oración que debiera acompañar toda acción cristiana. Con la excepción de lo que supone la Pascua de Les Avellanes, creo que no somos capaces de generar un ambiente comunitario de cristianos que luchan pero que también conviven, se acompañan y celebran. El proceso catequético (y post catequético) de la Confirmación bien pudiera ser un espacio de vida comprometida desde la misión cristiana.
  • También la existencia de Grupos de Vida Cristiana en Catalunya, similares a las Fraternidades del Movimiento Champagnat de la Familia Marista, bien pudiera ser una forma de ofrecer un camino claro de continuidad para la vivencia comunitaria cristiana en edad ya adulta.

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