dimarts, 20 de setembre del 2016

El sagrament més gran: Jesús de Natzaret. I avui en dia?

Amb aquesta Entrada d'avui dono continuïtat a aquelles dedicades als sagraments de l'Església, aquells ritus que pretenen apropar-nos des de la nostra pròpia vida terrena al Misteri de Déu. Pots cercar les altres entrades relacionades sota l'etiqueta Sagraments a la columna de la dreta del Bloc.

Les entrades sota el títol "I avui en dia?" (el dia 20 de cada mes, aquest 2016-17) volen ser una reflexió del què és el sagrament avui en dia en el nostre moment històric i cultural sota la meva percepció. Per una altra banda, incloc algunes reflexions al respecte per a una possible millora, si cal.

Cal dir que alguns d'aquests materials estan en castellà, ja que són fruit de la feina dels estudis de CCRR a la Facultat de Teologia dels Jesuïtes de Granada.


Los diversos sacramentos: claves pastorales

¿Qué aspectos crees centrales para proponer los sacramentos a los creyentes de hoy como fuente de salvación? Lo que no se puede olvidar, la clave básica de todo.
Como ya decía Entrada del dia 15, creo que una de las verdades fundamentales del cristianismo es exactamente Cristo resuscitado. Y la historia de Jesús hombre, hijo de Dios para nosotros, que dió ilusión a la gente de su época y que durante siglos la ha sabido dar, es el mejor misionero.

Si un sacramento es un símbolo o un rito que nos ayuda en nuestra vida cristiana, si nos anima en la búsqueda de la divinitat, Jesús el Cristo, Aquel del que aprendemos en las Escrituras es el sacramento mayor que tenemos.


¿Qué dificultades crees que existen en nuestro ambiente para vincularse a los sacramentos?
Algunas de las dificultades que advierto en nuestro entorno en cuanto a la vinculación con la Iglesia y la celebración de los sacramentos en general son los siguientes:
  • La primera dificultad viene del gran cambio socio cultural, político y también económico que ha vivido la sociedad española en los últimos 40 años (periodo 1976-2016). Cambio que ha ido acompañado a nivel mundial de la globalización y la extensión de forma muy generalizada del modelo capitalista americano. Vivimos en una sociedad marcadamente individualista y poco social, aunque esto pueda ser puesto en entredicho por la aparición de las redes sociales. Y esta sociedad en general ve lo comunitario con apellido religioso con cierto “recelo”, animada por la imagen negativa que transmiten de la Iglesia muchos medios de comunicación.
  • En el aspecto religioso la sociedad española es diferente, ha experimentado un cambio substancial en estos últimos años y que contrasta enormemente con el periodo franquista anterior, marcado en lo religioso por el nacional catolicismo. Intuyo que, como el movimiento de un péndulo, hemos ido a parar al otro extremo, vivimos una sociedad bien diferenciada en la que lo religioso no ocupa un lugar central ni socialmente, ni en lo personal. Quizás necesitemos algunas décadas más para entender cuál debe que ser la relación Estado - Iglesia y aplicar los cambios necesarios, por parte de ambas instituciones. Por lo que conozco, un modelo más similar al francés.
  • De igual manera, intuyo  que la Iglesia española, y quizás también la mundial, está viviendo un proceso de adaptación a los nuevos tiempos. Mientras algunos sectores sí parecen irse adaptando a la nueva situación de convivencia con el laicismo y con las otras manifestaciones religiosas, otros sectores de Iglesia, como por ejemplo algunos de los obispos españoles, no se están adaptando de igual manera, pareciendo querer mantener el estatus de otros tiempos.

¿Qué aspectos en nuestro ambiente crees que son una oportunidad para presentar los sacramentos? ¿Qué experiencias, que estrategias, qué procesos crees que ayudarían a vincularse a ellos?
Algunas oportunidades y experiencias que pudieran tenerse en cuenta en nuestra realidad concreta de forma general para presentar la Iglesia, la vida cristiana y los sacramentos pudieran ser: 
  • En el convulso contexto eclesial presentado, cabe poner en relieve el don que el Espíritu Santo nos dio en 2013 con Francisco, (ver etiquetas Papa Francesc en la columna de la derecha) para acabar de liar la situación. ¿Hacia dónde avanza la Iglesia? Intuyo que estamos en un tiempo de discernimiento, del cual aún desconocemos el resultado final.
  • Sería bueno volver a una forma organizativa de Iglesia más parecida a la de las comunidades cristianas de los primeros siglos, comunidades pequeñas, con un sentimiento de comunión entre ellas y alejadas del mundo político y social, del mundo del poder. De la reflexión de estos años realizando el Grado de CCRR intuyo que la legalización imperial de la religión cristiana fruto de la paz constantiniana fue el inicio del fin de aquel cristianismo inicial nacido de los hechos pascuales.
  • Conviene recuperar un cristianismo de base fuertemente militante, capaz de hacer vibrar a los demás por el ejemplo de vida de los cristianos, capaz de cuestionar a los que nos rodean y de invitar, “ven y verás” (cfr. Jn 1, 35-42). En muchos aspectos parece que los cristianos estamos adormecidos o vivimos nuestra religión de cara a dentro.
  • Dentro de este aspecto de militancia, me parece sorprendente el poco eco mediático y social que tiene organizaciones cristianas como Cáritas, Manos Unidas y multitud de otras ONG vinculadas a congregaciones religiosas. Lo poco que se muestra el papel que éstas realizan y que pudiera ser ejemplo de compromiso por la construcción de un mundo mejor, del Reino de Dios que creemos ya está aquí. En ellas y otras opciones de voluntariado intuyo que descansa otra posible oportunidad.
Añado un enlace a un texto de Pablo d'Ors en la revista Vida Nueva, (enllaç)

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