Amb aquesta Entrada d'avui dono continuïtat a aquelles dedicades als sagraments de l'Església, aquells ritus que pretenen apropar-nos des de la nostra pròpia vida terrena al Misteri de Déu. Pots cercar les altres entrades relacionades sota l'etiqueta Sagraments a la columna de la dreta del Bloc.
L'explicació dels 4 tipus d'Entrades dedicades per a cada sagrament la trobaràs a l'Entrada amb el títol "El sagrament més gran: Jesús de Natzaret" de 15 de setembre de 2016.
Cal dir que alguns d'aquests materials estan en castellà, ja que són fruit de la feina dels estudis de CCRR a la Facultat de Teologia dels Jesuïtes de Granada.
L'explicació dels 4 tipus d'Entrades dedicades per a cada sagrament la trobaràs a l'Entrada amb el títol "El sagrament més gran: Jesús de Natzaret" de 15 de setembre de 2016.
Cal dir que alguns d'aquests materials estan en castellà, ja que són fruit de la feina dels estudis de CCRR a la Facultat de Teologia dels Jesuïtes de Granada.
La Eucaristía: claves teológicas
Trobem la informació referent al sagrament a:
- Catecisme de l'Església catòlica, n.1322-1419, enllaç castellà.
- Codi de Dret Canònic de l'Església catòlica, n. 897-958, enllaç castellà.
Tipo de sacramento y aspectos que hace presentes.
La iniciación cristiana se realiza mediante el conjunto de tres sacramentos: el Bautismo, que es el comienzo de la vida nueva; la Confirmación, que es su afianzamiento; y la Eucaristía, que alimenta al discípulo con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado en Él.
Como ya expliqué en los sacramentos del Bautismo y la Confirmación, desde tiempos de los apóstoles, para ser cristiano se sigue un camino de iniciación de varias etapas pero que a lo largo de los tiempos y en lugares diferentes se ha llevado a cabo a ritmos diversos. Aun así, este itinerario comprende algunos elementos esenciales que no pueden faltar: el anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio, la conversión, la profesión de fe, el Bautismo en sí mismo, la efusión del Espíritu Santo y el acceso a la Eucaristía.
En el Catecismo de la Iglesia Católica leemos “La Eucaristía es "fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11). "Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua"”, lo que es un muy buen resumen de lo que el sacramento representa en la vida de los y las cristianas.
Los aspectos que hace presente la Eucaristía son de ámbito diverso:
- Por un lado es memorial, nos recuerda la vida, muerte y resurrección de Jesús, el Cristo, quien nos introduce con su venida a la Tierra en la dinámica de la Trinidad, enviado por el Padre y enviándonos el Espíritu.
- Por otro es memorial sacrificial de aquello que hizo Cristo. Su ejemplo nos llama, nos cuestiona pero a la vez nos abre la asunción de nuestro propio sacrificio. Se ofrece también en reparación de los pecados de vivos y difuntos, así como para obtener de Dios beneficios espirituales o temporales.
- Es también acción de gracias por la vida y los dones recibidos así como por el camino de salvación que se nos ofrece y por el Reino de Dios.
- Tiene un punto de vivencia eclesial: la Eucaristía construye y alimenta la comunidad, en la que encontramos y afirmamos nuestra identidad de hijos de Dios.
- Tiene un punto importante de comunión: comunión con Dios Padre, con Dios Hijo y con Dios Espíritu Santo, pero también comunión con la comunidad local y con la Iglesia Universal. Y de forma más amplia, con la humanidad toda y con el resto de la creación.
- Tiene también un ámbito escatológico: la Eucaristía es presencia de Cristo pero a la vez fuente personal de esperanza en aquello que vendrá en nuestro tiempo final personal y en la plenitud de los tiempos. Cabe recordar que también se propone la Eucaristía como viático final en el momento de final, a través del sacramento de la Unción de Enfermos.
- Y finalmente, se convierte en símbolo misionero: se nos ofrece la opción de nuestra propia misión de evangelización en el mundo, trabajando por el Reino de Dios ya en la Tierra.
Símbolo central del sacramento. Significado.
El símbolo central del sacramento de la Eucaristía es doble en este caso: el pan y el vino, presencias reales del cuerpo y la sangre de Cristo. Pero también es fundamental, como en otros sacramentos, la Palabra.
Es por ello que el sacramento se divide en dos grandes momentos, que aun así forman una unidad básica. Estos son:
- la reunión, la liturgia de la Palabra, con las lecturas, la homilía y la oración universal;
- la liturgia eucarística, con la presentación del pan y del vino, la acción de gracias consecratoria y la comunión.
Otros símbolos presentes en el sacramento. Significado.
Desde el siglo II, según el testimonio de san Justino mártir, se tienen las grandes líneas del desarrollo de la celebración eucarística. Estas han permanecido invariables hasta nuestros días a través de la diversidad de tradiciones rituales litúrgicas.
Por tanto, en la Eucaristía suelen aparecer otros muchos símbolos que complementan el símbolo fundamental, pero que no son tan importantes. Veamos cuales son y su significado:
Por tanto, en la Eucaristía suelen aparecer otros muchos símbolos que complementan el símbolo fundamental, pero que no son tan importantes. Veamos cuales son y su significado:
- Señal de la cruz: se realiza al inicio de la celebración y es el símbolo de la gracia que Cristo nos ha adquirido a través de su cruz.
- La comunidad: como en el resto de sacramentos, es importante la comunidad que acompaña. En este caso, que la celebración del sacramento suele ser colectiva, miembros de la comunidad que se acompañan los unos a los otros. Es un símbolo celebrativo de hermanos en la fe. Pero en este caso, no solo es importante, es fundamental la presencia de todos, todos se reúnen, todos tienen parte activa en la celebración.
- Lectura y homilía de las Escrituras: Dentro de la liturgia de la Palabra se hacen presentes a lo largo del calendario litúrgico los textos del Antiguo Testamento, los textos de las cartas de los Apóstoles y los de los Evangelios. Las palabras del ministro ayudan a interiorizar los textos y hacerlos fuente de fe, iluminación de la conciencia de los fieles.
- Intercesiones: la comunidad recuerda y reza por situaciones y colectivos diversos, propios de la Iglesia pero también de la sociedad y la humanidad entera, lo que es una actualización de las palabras del apóstol San Pablo, “"Ante todo, recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad"” (cfr. 1Tim 2, 1-2).
- Ofertorio: se presentan las ofrendas, inicialmente las del pan y el vino aunque es habitual que se añadan otros, especialmente en celebraciones especiales. Símbolos vinculados a la propia comunidad de fieles que celebra. Una de las ofrendas habituales también suele ser la colecta, en nuestros ambientes en forma de dinero pero en otras latitudes, en forma de otros bienes.
- El altar: este símbolo tiene una doble significación, por un lado es el altar del sacrificio del Señor pero también es la mesa del Señor que nos invita y reúne.
- El símbolo del ministro: el ministro originario de la Eucaristía es el sacerdote. Pero a la vez se hacen presentes las figuras del Papa y del obispo diocesano, quienes son responsables de la Eucaristía y símbolos de la Iglesia universal y local.
¿Imprime carácter o no?
La Eucaristía no es un sacramento que imprima carácter.
Tal como ocurre con el de la Penitencia y Reconciliación, que es necesario para que el hombre y la mujer bautizados recuperen el camino del cual la concupiscencia humana los aparta, algo similar ocurre con el de la Eucaristía. El camino de hijos de Dios requiere ser alimentado de forma periódica y la Eucaristía es el alimento celestial y espiritual para este camino.
Aunque es posible repetirlo las veces que sea necesario, la Iglesia obliga a los fieles "a participar los domingos y días de fiesta en la liturgia y a recibir al menos una vez al año la Eucaristía, si es posible en tiempo pascual" (cfr. CIC can. 920), preparados por el sacramento de la Reconciliación. Pero la Iglesia también recomienda vivamente a los fieles recibir la santa Eucaristía los domingos y los días de fiesta, o con más frecuencia aún, incluso todos los días.
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