Amb aquesta Entrada d'avui dono continuïtat a aquelles dedicades als sagraments de l'Església, aquells ritus que pretenen apropar-nos des de la nostra pròpia vida terrena al Misteri de Déu. Pots cercar les altres entrades relacionades sota l'etiqueta
Sagraments a la columna de la dreta del Bloc.
L'explicació dels 4 tipus d'Entrades dedicades per a cada sagrament la trobaràs a l'Entrada amb el títol
"El sagrament més gran: Jesús de Natzaret" de 15 de setembre de 2016.
Cal dir que alguns d'aquests materials estan en castellà, ja que són fruit de la feina dels estudis de CCRR a la Facultat de Teologia dels Jesuïtes de Granada.
El Bautismo: claves teológicas
Trobem la informació referent al sagrament a:
Tipo de sacramento y aspectos que hace presentes.
La iniciación cristiana se realiza mediante el conjunto de tres sacramentos: el Bautismo, que representa el comienzo de la nueva vida; la Confirmación, que es su afianzamiento; y la Eucaristía, que alimenta la fe de las personas cristianas con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Desde tiempos de los apóstoles, para ser cristiano se sigue un camino de iniciación de varias etapas pero que a lo largo de los tiempos y en lugares diferentes se ha llevado a cabo a ritmos diversos. Aun así, este itinerario comprende algunos elementos esenciales que no pueden faltar: el anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio, la conversión, la profesión de fe, el Bautismo en sí mismo, la efusión del Espíritu Santo y el acceso a la Eucaristía.
Los aspectos que hace presente el Bautismo son la muerte y la purificación, pero también la regeneración y renovación. Se purifican los pecados y se nace, de nuevo, en el Espíritu Santo, como nos dice Pedro en su discurso “Volveos a Dios y bautizaos cada uno en el nombre de Jesucristo, para que Dios os perdone vuestros pecados y recibáis el don del Espíritu Santo.” (cfr. Hch 2,14-42).
El significado fundamental de este sacramento responde a una triple realidad:
- En relación a Cristo, se empieza el camino de la salvación, quedando limpios del pecado original y de todos los pecados personales así como de todas las penas del pecado. Nada impide ya, la entrada en el Reino de Dios. Quedamos así unidos a Cristo en su muerte y también en la Resurrección.
- Se nos introduce en una vida nueva, la de la Santísima Trinidad, como Hijos de Dios y como hermanos de los otros hermanos. Somos nueva criatura, “Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. “Las cosas viejas pasaron; han sido hechas nuevas.” (cfr. 2 Co 5,17), o bajo otras expresiones… "hijos adoptivos de Dios" (cfr. Ga 4,5-7), "partícipes de la naturaleza divina" (cfr. 2 P 1,4), "miembros de Cristo" (cfr. 1 Co 6,15; 12,27), "coherederos con Él" (cfr. Rm 8,17) o "templos del Espíritu Santo" (cfr. 1 Co 6,19).
- En relación con la Iglesia, el Bautismo nos introduce en el Reino de Dios en la tierra, esta Iglesia a la que pertenecemos y de la que pasamos a ser piedras vivas.
Símbolo central del sacramento. Significado.
El símbolo central del sacramento del Bautismo es el agua, que debe cumplir varias características: que no sea estancada y que se derrame sobre el neófito en el nombre de Dios, que debe ser el Dios de la trinidad. Este es un punto clave para que el Bautismo sea reconocido entre las distintas iglesias cristianas, católicos, protestantes, evangélicos, etc.
En algunos casos hay familias pudientes que se hacen traer agua del río Jordán, como símbolo de una mayor cercanía al Bautismo del propio Jesús (cfr. Mc 1,10-11), aunque esto no es necesario.
El Bautismo en sí mismo se realiza de la manera más significativa mediante la triple inmersión en el agua bautismal. Pero desde la antigüedad puede ser también conferido derramando tres veces agua sobre la cabeza del candidato. Así es como se realiza habitualmente en nuestra cultura.
La fórmula bautismal por parte del ministro y acompaña la triple infusión, en el rito occidental son las palabras: "Nombre, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo". En las liturgias orientales el rito es algo diferente, estando el catecúmeno vuelto hacia el Oriente, el sacerdote dice: "El siervo de Dios, Nombre., es bautizado en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo".
El sujeto del sacramento es cualquier persona que no haya sido previamente bautizada y que desee entrar en el camino de Cristo, por ella misma o por opción de sus padres, si no tiene todavía uso de razón, como en el caso de los bebés.
Otros símbolos presentes en el sacramento. Significado.
En el Bautismo suelen aparecer otros muchos símbolos que complementan el símbolo fundamental, pero que no son tan importantes. Veamos cuales son y su significado:
- Señal de la cruz: se realiza al inicio de la celebración y es el símbolo de la gracia que Cristo nos ha adquirido a través de la cruz, de su muerte y resurrección.
- El anuncio de la Palabra: es la iluminación de la vida de los fieles con la verdad revelada, suscitando una respuesta de fe. El Bautismo es de un modo particular “el sacramento de la fe” por ser la entrada sacramental en esta vida de fe.
- Exorcismos: la pronunciación de uno o varios exorcismos como símbolo de renuncia a Satanás, instigador del pecado.
- El agua bautismal: ésta se consagra mediante una oración de epíclesis por la que se pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder del Espíritu Santo descienda sobre ella. Esta consagración a menudo se realizó previamente en la noche pascual.
- Vestidura blanca del neófito: es el símbolo de la nueva vida en la que se entra.
- Cirios: se encienden del propio cirio pascual que se encendió la noche de Resurrección. Es el símbolo del testimonio, de la misión que Cristo nos encomienda.
- Oleo: es el aceite con el que se consagra al bautizado. Es el símbolo, ya presente en el Antiguo Testamento, de la unción de los cristianos como sacerdotes, profetas y reyes.
- La fe: la fe requerida para el Bautismo no es una fe perfecta y madura, sino una fe de comienzo que está llamada a desarrollarse. Es por eso que al catecúmeno (si es adulto), o a su padrino, se le pregunta: "¿Qué pides a la Iglesia de Dios?" y él responde: "¡La fe!". De forma complementaria, anualmente en la vigilia pascual se realiza la renovación de las promesas del Bautismo, puesto que la preparación al sacramento del Bautismo sólo conduce al umbral de la vida nueva, que hay que trabajar día a día.
- Los padres: es importante la participación de los padres en la tarea de ayudar al bautizado en su camino de vida cristiana. Son ellos los que desean iniciar a su hijo en esta vida.
- El padrino y madrina: son los que substituirán y complementaran a los padres. Deben ser creyentes sólidos, capaces de ayudar al, niño o adulto, en su camino de vida cristiana.
- La comunidad: como en el resto de sacramentos, es importante la comunidad que acompaña, en este sacramento habitualmente la familia y amigos próximos, así como los miembros de la parroquia o comunidad donde se realiza el acto. Es un símbolo comunitario de acompañamiento, celebración de hermanos en la fe.
- El símbolo del ministro: son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono. Es interesante notar que en caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cfr. CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida (esto es, querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar) y utiliza la fórmula bautismal trinitaria, comentada anteriormente.
¿Imprime carácter o no?
El Bautismo es uno de los sacramentos que imprime carácter en el alma de la persona bautizada. Este carácter es un signo espiritual indeleble que consagra al bautizado al culto de la religión cristiana. En el momento del Bautizo se levanta acta que queda archivada en los locales parroquiales o del obispado correspondiente.
El punto clave en el que se basa este signo imborrable es que por la fidelidad de Dios hacia nosotros, nunca dejamos de ser Hijos de Dios, aunque por nuestras acciones pudiéramos dejar de serlo. Por ser indeleble, el Bautismo no puede ser repetido.